El collar Ocelle
De todas las aves, el pavo real es tal vez una de las más fascinantes. El collar Ocelle le rinde homenaje en torno a dos ópalos de 16,59 y 6,19 quilates y una esmeralda de Zambia de 21,18 quilates como colgante. Los ocelos, las manchas del plumaje del ansarino, aparecen miniaturizados y multiplicados en un conjunto estilizado y gráfico. El trazo de ónix realza cada motivo. Estas plumas, parcialmente superpuestas unas sobre otras y móviles gracias a una articulación invisible, aportan a la pieza una gran flexibilidad. Los ópalos y la esmeralda están tallados en la obra y montados sobre pabellones para permitir un engaste invisible. El ópalo superior extraíble puede llevarse como broche.