Indomptables de Cartier
Salvaje y más indomable que nunca, el bestiario de Cartier se divierte con una nueva colección de joyería y relojería que provoca encuentros inesperados entre animales.
Un carnaval lúdico y creativo que supera los límites del savoir-faire y la figuración a través de piezas impactantes y gráficas.
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Érase una vez… The Wild, Wild Tales* narradas por Amira Casar
* Las fábulas salvajes
Tensiones estéticas
Con la colección Indomptables, Cartier se atreve con los híbridos joyeros a través de piezas impactantes y gráficas, pulseras, relojes o collares esculturales con volúmenes potentes.
El cara a cara: un tema muy apreciado por Cartier
El diseño de esta pulsera, inspirada en la antigüedad, se convirtió rápidamente en una seña de la Maison y se hizo notar a finales de la década de 1920. Tres décadas más tarde, Jeanne Toussaint, directora creativa, retomó este tipo de pieza. Promovió el estilo naturalista en torno a los animales, entre los que la pantera es el más emblemático. Estos cara a cara de felinos o quimeras gozaron de una gran popularidad gracias al carácter decidido de las mujeres que los llevaron con estilo.
Más adelante, en los años 80-90, Cartier amplió el registro animalista de estas pulseras con nuevas criaturas salvajes, como la cebra, a través de creaciones con un diseño cada vez más poderoso y gráfico.
Los desafíos del savoir-faire
Las joyas de la colección Indomptables de Cartier —innovadoras, sorprendentes y lúdicas— se han sometido a un largo trabajo dentro del taller por parte de los estudios de creación de la Maison. Se ha adoptado un enfoque inaudito en torno al ónix y al diamante, de los que Cartier explora todas las posibilidades mediante distintas técnicas y savoir-faire.